El Cristo Glorioso en Majestad
Enseguida fui arrebatado en espíritu. Vi un trono puesto en el cielo, y sobre el trono uno sentado. El que estaba sentado en el trono era de aspecto semejante a una piedra de diamante y cornalina, y había un arco iris alrededor del trono de aspecto semejante a una esmeralda. (Ap 4:2-3)
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Explicación del icono
1. Cristo en el trono de gloria
Detrás del altar se encuentra la imagen de Cristo glorioso, sentado en un trono. Con su mano derecha, bendice al universo, mientras sostiene con la izquierda el libro de la Palabra. Las marcas de la pasión, los clavos en sus manos y pies, son testimonio vivo de su amor inmenso, pues Cristo nos ha amado hasta la muerte.
Alrededor de su trono, una multitud de ángeles le rodea, creando una escena celestial. En las cuatro esquinas, aparecen los cuatro seres tetramorfos mencionados en la Biblia, primero en el profeta Ezequiel y luego en el Apocalipsis de San Juan. Tradicionalmente, estos seres representan a los cuatro evangelistas.
2. Los Seres tetramorfos y su simbolismo
Cada uno de los seres tetramorfos tiene un significado especial.
- El león representa a Marcos, ya que su Evangelio comienza con la predicación de Juan Bautista en el desierto, donde habitaban animales salvajes.
- El buey simboliza a Lucas, cuyo Evangelio empieza con la visión de Zacarías en el templo, donde se sacrificaban animales. Este símbolo también se asocia con los profundos sentimientos de Cristo, reflejados en el Evangelio de Lucas.
- El águila es el emblema de Juan, porque su Evangelio abre la contemplación de Jesús como Dios.
- Por último, el hombre simboliza a Mateo, cuyo Evangelio se centra en la humanidad de Jesús, comenzando con la genealogía de Cristo.
3. La Majestad del Cristo Pantocrátor
El Cristo en majestad, vestido de rojo y azul, simboliza su divina humanidad: el rojo por su divinidad y el azul por su humanidad. Todo esto se ve envuelto en el oro de la gloria celestial.
El Cristo Pantocrátor, quien todo lo sostiene con vida, es representado bendiciendo con su mano derecha. Los tres dedos recogidos simbolizan la comunión de las tres personas de la Santísima Trinidad, mientras que los dos dedos extendidos representan la unión de la divinidad y humanidad en Cristo.
En su mano izquierda, el libro de la Palabra evoca el misterio de la Encarnación: la palabra invisible hecha visible en Cristo y en las Sagradas Escrituras.
4. La trascendencia del icono
El Cristo en majestad se encuentra en una mandorla, un óvalo que simboliza las puertas del cielo abriéndose, representando el paso del hombre desde la tierra al Reino celestial habitado por Cristo.
Este icono no es simplemente una imagen a contemplar, sino que invita al orante a entrar en comunión con la iglesia, conectando con la oración de toda la iglesia a lo largo de los siglos. El rostro de Cristo, el Pantocrátor, recoge la doctrina de la tricotomía de los Padres de la Iglesia, simbolizando espíritu, alma y cuerpo.
El espectador que se pone delante de este icono es acogido en el Reino de los cielos, donde Cristo en majestad lo lleva a la comunión con el Padre, haciendo de este icono una herramienta litúrgica que nos introduce en el misterio de la salvación.
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