Los de toda la vida. Los ejercicios ignacianos.
En estos Ejercicios Espirituales integramos la espiritualidad de Oriente y Occidente, con coloquios diarios. Diseñados para fortalecer y crecer en la vida cristiana mediante la oración y el discernimiento.
Fechas de próximas tandas más abajo.
Meditación, oración y reflexión
Próximos Ejercicios Espirituales Presenciales
2ª Tanda de Ejercicios Espirituales presenciales 2024
1ª Tanda de Ejercicios Espirituales presenciales 2025
Fechas
Varias tandas al año
Experiencia centenaria
Durante la década de 1530, San Ignacio de Loyola comenzó a escribirlos
Silencio garantizado
Serán días de conexión total con Dios
Esto son los Ejercicios Espirituales
La experiencia de los Ejercicios Espirituales busca ofrecer un camino espiritual con la finalidad de fortalecer y crecer en la vida nueva que Cristo nos ha donado con su Pasión, Muerte y Resurrección. Estos ejercicios, conocidos como los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, son una práctica profundamente enraizada en la tradición católica.
Este camino se hará de la mano de la espiritualidad del Oriente y Occidente cristianos, con la intención de, como dice San Juan Pablo II en Orientale Lumen, volver a respirar con los dos pulmones en la Iglesia, los pulmones de las dos tradiciones. Esto enriquece la experiencia de los Ejercicios Espirituales católicos al integrar perspectivas diversas y complementarias.
En este camino, el ejercitante podrá entrar en los dinamismos propios del corazón y ejercitarse en el discernimiento para escuchar la voz de Dios. Son dirigidos con coloquios diarios y centrados en el discernimiento de las emociones y pensamientos. Esta modalidad permite a los participantes, incluyendo aquellos que buscan Ejercicios Espirituales para adultos y Ejercicios Espirituales en Madrid, integrar estos ejercicios en su rutina cotidiana, haciendo posible una experiencia espiritual profunda sin necesidad de retirarse completamente de sus obligaciones diarias.
Te presentamos a Ignacio
El caballero herido
Ignacio de Loyola nació en 1491 en el País Vasco, España. En su juventud, soñaba con aventuras y hazañas caballerescas. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado cuando una bala de cañón lo hirió gravemente en la pierna durante una batalla. Durante su larga convalecencia, Ignacio empezó a leer sobre la vida de Jesús y los santos, descubriendo una nueva pasión: servir a Dios.
La transformación espiritual
Tras su recuperación, Ignacio renunció a su vida de noble y peregrinó a la cueva de Manresa. Allí, en soledad y oración, tuvo profundas experiencias espirituales que lo llevaron a escribir los “Ejercicios Espirituales”, un manual para ayudar a otros a encontrar a Dios en su vida cotidiana. Su enfoque en el discernimiento y la meditación transformó la manera en que muchos vivieron su fe.
Fundador de la Compañía de Jesús
Ignacio no se detuvo allí. Junto con un grupo de amigos, fundó la Compañía de Jesús en 1540, una orden religiosa conocida como los jesuitas. Dedicados a la educación, el servicio y la misión, los jesuitas se expandieron rápidamente por todo el mundo, promoviendo la justicia y la fe. San Ignacio de Loyola, con su visión y liderazgo, dejó un legado que continúa inspirando a millones hoy en día.
¿Prefieres la modalidad Online?
Si te resulta complicado asistir cuatro días o más a una tanda presencial, puedes optar por una modalidad de Ejercicios en la vida ordinaria.