Cristo Rey: Un Reino de Verdad, Vida y Misericordia
XXXIV Domingo TO, Ciclo B (Jn 18,33-37)
El Origen de la Fiesta de Cristo Rey
La fiesta de Cristo Rey en la Iglesia se ha instaurado recientemente, a inicios del siglo XX.
La Realeza de Cristo
Cristo Rey,… el Rey que celebramos es el mismo que está en todo lugar y que llena todo con su presencia.
Es un Rey que manifiesta su realeza en el momento de la cruz, pues allí atraerá a todos hacia sí mismo.
Es un Rey, Cristo, de un reinado que no es de este mundo, pero que se manifiesta en este mundo y le salva de la mentira y de la injusticia.
Es un Rey que no usa la violencia, sino la verdad, y la autoridad y el poder de este Rey son la misericordia y el perdón.
Es un Rey que engendra vida, es la fuente de la vida, es la vida misma y es siervo de la vida.
Es un Rey que se quitará sus vestidos, lavará los pies a sus discípulos, y dará su vida por amor, y la entregará para que nosotros tengamos vida… como el grano de trigo que cae en tierra y muere para ser fecundo.
La Visión del Hombre sobre Cristo Rey
Pero nuestra experiencia es que a veces vemos a este Rey con temor y como juez. Son dos concepciones del hombre sobre Dios opuestas.
Hay un poder que engendra vida, y otro de dominio y muerte. Son dos formas de relacionarnos: relación de poder y explotación o de solidaridad que establece justicia y fraternidad.
El Diálogo sobre la Verdad y la Realeza
El diálogo comienza con la pregunta de Pilato sobre la identidad de Cristo, sobre su realeza, y acaba preguntando sobre la verdad.
Jesús responde con otra pregunta, para hacerle reflexionar. A su vez Pilato responde con otra pregunta, pero que es como una excusa.
En la vida a veces no hay modo de escaparse de ciertas preguntas… Pilato se encuentra en uno de esos momentos. Son las preguntas sobre nuestra identidad, y las respuestas se encuentran en el reconocimiento de la realeza de Cristo.
Según sea el concepto que nos hagamos sobre Cristo Rey, así será el concepto que tengamos sobre nosotros mismos.
La Realeza de Cristo en el Evangelio de Juan
Juan en su Evangelio nos describe a este Rey: es un rey que da amor en las bodas de Caná, da la vida al hijo del centurión que va a morir, hace caminar a un paralítico pues se le impedía ser un hombre en plenitud, da el pan,…
También hace ver a un ciego, presentando al hombre nuevo que ve el sentido de la vida y que puede ser solidario con los demás.
Lo presenta como el buen pastor, que da la vida a Lázaro,…
Un Rey que se presenta como Padre que da la vida por sus hijos. Su realeza es su paternidad que se hace hermanos de todos.
Un Rey sin Territorio, pero Presente en Nosotros
Es un Rey que no tiene territorio pues solo tiene el espacio que nosotros le dejamos, y en nuestra tierra interior entra justo y victorioso, modesto y cabalgando en un asno, en un pollino de borrica (Za 9,9).
Los ciudadanos de este reino no son siervos sino hijos, como nos recuerda Juan cuando nos dice que este Rey nos ha tenido tanto amor que nos llama hijos suyos (1Jn 3,2).
Una Nueva Forma de Ser Hombre
El Evangelio desarrolla un diálogo interior sobre la violencia. Cristo nos presenta una nueva forma de ser hombre. Ser hombre a imagen de Dios, lejos de la violencia.
La única violencia es la de la palabra que excluye la violencia.
Jesús no desea el poder sobre las personas para que le sirvan ya que desea liberarlas. No desea dominar ni ser rey desde el orgullo, sino solo desde la compasión y la misericordia.
La Oración del Reino
Así podemos decir saboreando las palabras en nuestra boca y gustándolas interiormente:
¡Cristo Rey nuestro, venga tu Reino!